Cuando hay un terremoto, de inmediato los reactores en funcionamiento son llevados a parada segura para evitar problemas, y esto fue lo que ocurrió una vez que se produjo el seismo. Todo iba según lo previsto, pero entonces un tsunami llegó a la costa nordeste del país y destrozó todo lo que encontró a su paso. La central de Fukushima (para ser más exacto de Fukushima I, pues a 11 km hay otra que se llama Fukushima II) estaba preparada para olas de unos seis metros, porque la historia de seismos de Japón así lo recomendaba en esa zona
, De hecho el primer reactor, de los seis que tiene, comenzó a construirse hace unos 55 años, y varios terremotos y maremotos han ocurrido en Japon en ese tiempo, sin afectar a esa central. Pero el 11 de marzo, las olas superaron la cota prevista y entraron en las propias instalaciones de la central.
Por culpa del terremoto y maremoto posterior la central quedó sin suministro exterior de electricidad. Entraron en funcionamiento los grupos electrógenos propios que no aguantaron mucho tiempo, pues estaban dañados por la entrada de auga del mar en las instalaciones. Después, unas baterías eléctricas hicieron lo que pudieron durante ocho horas más hasta agotarse. Finalmente, el reactor quedó sin electricidad y, por tanto, sin control.
Cada unos de los reactores que estaban en funcionamiento en el momento del terremoto sufrieron en días sucesivos sendas explosiones por acumulación de hidrógeno y sus edificios externos quedaron abiertos permitiendo que vapor radiactivo llegase a la atmósfera. A partir de ahí la contaminación en el aire y porsteriormente en el suelo eran inevitables.
Para entender lo que ocurrió necesitamos conocer mínimamente como funciona un reactor nuclear.